Querid@s herman@s:
Durante la jornada de hoy mucho se ha dicho y celebrado en torno al Día Mundial de la Madre Tierra. Hubo muchas expresiones de apoyo de distintas organizaciones abocadas a promover el cuidado de los recursos naturales y de la importancia de la justa distribución de los mismos entre todos los habitantes del planeta a través de una utilización sustentable.
En esta dinámica quiero invitarlos hoy a reflexionar a un idea de la que hace alrededor de 30 años que se está hablando y que tuvo su gran momento de auge en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible que se celebró en el año 2012 en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, que fue denominada "Río+20, El futuro que queremos": esta idea, este paradigma es la "Economía Verde".
En dicha Conferencia, en la que hubo participación de la Familia Franciscana, ésta se proclamó en contra de la Economía Verde, por encontrar sumamente nocivos los efectos que la misma daría a la biodiversidad, ante los supuestos que los beneficios que proclaman sus adeptos.
Pero, ¿Sobre qué supuestos se sustenta?
Para empezar, tomamos como punto de partida las consecuencias que plantea el diplomático y ecologista boliviano Pablo Solón: "...«ella busca no sólo mercantilizar la madera de la selva sino también su capacidad de absorción de dióxido de carbono». Todo esto puede transformarse en bonos negociables por el mercado y por los bancos, para justificar la continua contaminación a la que es sometida la biodiversidad y "limpiar" sus negocios (megaminería, transgenicos, agroquímicos, etc).
Pero cómo, no sólo no se contentan estas corporaciones a retener la justa distribución de los bienes que fueron creados para todos, sino que le pondrán precio al aire que respiramos, al grado de dióxido de carbono que el mismo contenga para convertirlo en un bien de mercado? Si, en ese camino se orienta la propuesta de la Economía Verde, y este es uno de los ejemplos de las muchas consecuencias que traerá aparejada este nuevo paradigma de mercado que se está planeando implementar.
Pero cómo, no sólo no se contentan estas corporaciones a retener la justa distribución de los bienes que fueron creados para todos, sino que le pondrán precio al aire que respiramos, al grado de dióxido de carbono que el mismo contenga para convertirlo en un bien de mercado? Si, en ese camino se orienta la propuesta de la Economía Verde, y este es uno de los ejemplos de las muchas consecuencias que traerá aparejada este nuevo paradigma de mercado que se está planeando implementar.
Para una mayor claridad de conceptos (ya que no soy especialista en la materia), les comparto unos videos de la entrevista que le hicieron a dilomático y ecologista boliviano Pablo Solón , previo a la apertura del Río+20.
En el primer video se dan ejemplos de lo que es en verdad y que efectos tiene la economía verde para el planeta, y en el segundo se desarrolla una reflexión sobre los fundamentos éticos de la propuesta "no a la economía verde".
Herman@s franciscan@s: este artículo no pretende ser una explicación acabada sobre este tema, pero si quiere ser un planteo orientativo para empezar reconocer como herman@s de la creación, porque somos todos hijos de un mismo Padre, algunas posturas claves sobre cuestiones, que en muy corto plazo, serán decisivas en la forma de vida que llevaremos en los años que se avecinan.
Y como Francisco se maravillaba al contemplar a sus hermanos creados por Dios, así también nosotros celebremos el Día de la Madre Tierra alabando al Creador de tanta inmensidad:
"Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas."
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas."
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Miriam Beccar OFS
Responsable del Servicio de JPIC